
¿Y si hubiera un mundo de momias bajo tierra? Imagino que algunos museos ingleses ya estarían salivando, y es en ese fantástico supuesto donde surge Momias. Este viernes 24 llega a las salas la ópera prima de Jesús García Galocha, director de arte del cortometraje ganador del Goya Cuerdas (Pedro Solís García, 2013) y de Tadeo Jones 2, el secreto del Rey Midas (Enrique Gato y David Alonso, 2017). Pero hoy nos centramos en sus guionistas Javier Barreira y Jordi Gasull, quien también produce.
Como productor, Jordi ya se llevó tres Goyas a mejor película de animación con las dos primeras entregas de Tadeo y Atrapa la bandera (Enrique Gato, 2015). Tanto entonces como ahora, Jordi firma el guion con Javier, y juntos se alzaron con la estatuilla a mejor guion adaptado la primera vez que vimos a Tadeo en 2012. Hoy hablamos con ellos sobre su nueva película y aprovechamos para preguntarles: ¿cómo se escribe un guion de animación? ¿Cómo se atrapa a niños y adultos con una misma historia? ¿En qué lugar se encuentra nuestra industria de animación?
Tenéis mucha experiencia en el género de aventuras, Tadeo Jones, Atrapa la bandera… ¿Qué es lo que os atrae del género?
Jordi Gasull: Yo que he crecido con Spielberg y Lucas, que me encantó En busca del arca perdida (1981) o El templo maldito (1984)… Indiana Jones para mí es una pasada y La guerra de las Galaxias fue la película que me hizo dedicarme al cine. También las novelas que me regalaba mi madre, como La llamada de la Selva de Jack London... Eso se te va quedando, es lo que tienes dentro y es lo que expresas.
Javier Barreira: Aparte de que es un género que nos gusta, tenemos que tener en cuenta que aunque hacemos pelis con un presupuesto muy limitado dentro de lo que es el género de animación, en lo que respecta a España es muchísimo dinero. Tienes que hacer películas que sean entretenidas, que puedan llamar la atención del mayor número de personas posible. Y el género de aventuras te da eso, tienes la posibilidad de hacer algo que visualmente sea bonito y entretenido, es la ecuación perfecta para poder llevar a la gente al cine.

Fotograma de Momias
¿Y cómo es escribir un guion en el que tengas que atrapar tanto a niños como adultos?
Jordi Gasull: Nosotros en Momias teníamos claro que queríamos ir a los cuatro cuadrantes. Los niños, los padres, los abuelos y el público joven. Y ha cambiado mucho el público en los últimos años, mucha gente joven ha crecido viendo cine de animación, así que ahora también va a ver estas películas. Eso explica el éxito de Los Minions u otras sagas que cruzan las barreras del cine supuestamente ‘infantil’. Nosotros intentamos hacer una película entretenida y comprensible para los niños, pero que también tenga elementos e interés para los adultos.
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Javier Barreira: Intentamos buscar algo que desde el principio pueda ser entretenido por sí mismo, como son las momias. Y luego, como hacemos siempre y aunque sea cine infantil, no piensas en los niños. Partes de un concepto, de una emoción o de una palabra que sea universal. En este caso, si la palabra es compromiso, empiezas a construir a partir de ahí la historia, y si es coherente cualquier persona la va a entender. Porque habla de emociones, de ser leal a tu familia, a ti mismo, a tus sueños… Así, tengas la edad que tengas siempre habrá algo a lo que agarrarte. Los muy, muy pequeñitos, de tres, cuatro o cinco años, quieren la mascota, o incluso el villano. Los preadolescentes quieren un poco más esa relación de los personajes, y los padres quieren ver que hay ahí un mensaje que entienden y les conecta con los niños.
Y respecto a las películas anteriores que hemos hecho, como los Tadeos, esta es un poquito menos naif, un poquito más adulta. El personaje principal ya no es tan payasete, tan torpe… no es un niño en un cuerpo de adulto. Hemos dicho, pues vamos a ir un poco más allá. La relación es más seria entre ellos, es una pareja que se va a casar, que a lo mejor es algo que a un niño le da igual pero alguien joven sí puede entender ese concepto del miedo al compromiso. Vamos intentando meter elementos que puedan interesar a distintos tipos de públicos y edades, y que puedan coexistir sin que uno tape al otro.

Fotograma de Momias
¿Ha cambiado el público infantil? ¿Es más fácil ahora introducir temas adultos?
Jordi Gasull: Los chavales de hoy en día son muy listos, tienen un nivel de comprensión mucho más alto de lo que nos creemos y nos podemos permitir ir introduciendo, poco a poco, temas más serios. Pero no nos podemos olvidar de que son historias para que vaya toda la familia. Así que el tema es ir a los valores esenciales, el compromiso, el amor, la amistad. Algo universal, común entre las diferentes culturas.
¿Escribís de forma diferente para animación que para imagen real?
Javier Barreira: En su esencia es exactamente lo mismo, lo que pasa es que en animación sí que te puedes permitir el lujo de hacer una superproducción. Nos hemos propuesto hacer una película que ocurre en Egipto y en Londres, si propones hacer eso en imagen real te dan una palmadita en la espalda y te dicen: "sal por la puerta, estás loco" [risas]. El presupuesto en lo que ves en pantalla, por así decirlo, no tiene límites.
El esfuerzo que tienes que hacer para llegar a la gente es el mismo, no importa el género.
Si quieres que se vayan a la luna como hicimos en Atrapa la bandera es igual de caro que irse al desierto. En eso sí te permite más libertad, pero al final, como lo que cuenta es la historia, el esfuerzo que tienes que hacer para llegar a la gente es el mismo, no importa el género que sea, o el público al que te dirijas.

Fotograma de Momias
¿Qué fue lo más complicado del proceso de escritura?
Jordi Gasull: Lo más difícil fue encontrar el arco dramático de los personajes y dónde quieres terminar, porque si no tienes fin no tienes historia. Luego cuando ves la película parece todo muy sencillo, pero para llegar hasta allí le das muchas vueltas.
Javier Barreira: De hecho, para mí, empezar la propia historia fue lo más complicado. El concepto de ‘vamos a hacer una película en el mundo de las momias’ lo teníamos claro desde hace años, pero no encontrábamos la historia, de qué va. Nos llevó meses y meses darle vueltas y oye, no salía nada. Y al final acaba viniéndote la chispa y decimos, ostras, en Egipto, momias… tenemos arqueólogos, que es el villano perfecto. El arqueólogo es siempre protagonista, ¿y si le damos la vuelta? Llegar a ese momento nos costó, de verdad, muchísimo. Y dices, qué tontería, si estaba ahí, está clarísimo. No sé, a lo mejor somos así de torpes, pero no había manera [risas]. Y una vez que llegó esa idea ya empiezas a abrir puertas que sí son interesantes. Para mí el momento antes de empezar siempre es el peor, ese en el que te preguntas: ¿qué historia voy a contar y de qué va?
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Fotograma de Momias
¿Cuáles creéis que son los puntos fuertes de nuestra industria de animación?
Jordi Gasull: Hay un gran talento artístico: animadores, compositores de luz, técnicos de herramientas que son brillantes… Luego es que Sergio Pablos hace Klaus (2019) y la nominan al Oscar, ¿qué más puedes pedir? Y bueno, nosotros hemos conseguido ser la película española con mayor distribución mundial en la historia gracias a Warner, no nos podemos quejar.
¿Y en qué deberíamos mejorar? ¿A dónde deberíamos ir?
Javier Barreira: Yo tengo una opinión de fuera como escritor, pero creo que durante muchos años se han ido sentando las bases y por eso es ahora tan buena nuestra industria. No ha sido de repente. Es que hay mucha experiencia acumulada y eso hace que haya un nivel técnico brutal, están en todas partes los animadores españoles. Esta gente acaba un trabajo y les sale otro, y se van a Canadá o a Francia, se los rifan. El nivel es buenísimo. ¿Qué le falta? Seguir en esa evolución de la parte personal y técnica, y mejorar la estructura financiera. Que no sea una industria de gente móvil, sino que los estudios se asienten suficientemente bien como para ser una empresa que se dedica a esto de manera continuada. Esa capacidad de hilar un proyecto con otro, y aunque ya tenemos una buena base, es lo que tal vez falte por lograr.
¿Y en el panorama televisivo? ¿Dónde se encuentra la animación española?
Jordi Gasull: Bueno, la financiación en televisión es muy diferente. Es verdad que España dio grandes series de animación al mundo, sobre todo en los 80, desde D’artacan y los tres mosqueteros (Claudio Biern Boyd) a Don Quijote de la Mancha (Cruz Delgado). Pero hoy en día financiar una serie de animación es tremendamente complejo y requiere de determinadas ventas y mercados que lo hacen súper complicado. Por ejemplo, Javier y yo hemos desarrollado una serie inspirada en Las Tres Mellizas que lleva tiempo Brutal Meda intentando levantar y no lo acabamos de conseguir. Es otro mundo, llegar a generar una serie de animación por el nivel de coste y recuperación hace que sea súper difícil. Básicamente esa industria está polarizada entre Asia y Estados Unidos.
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