
Narrador omnisciente, voz en off, voice over… hay mucha gente que conoce la diferencia, pero a ninguna de ellas le ha tocado escribir este artículo. De todas formas, ¿para qué aprender a estas alturas? Si la figura del narrador en el cine y las series cada vez es más residual. Ya no hay manera de saber que los protas vivieron felices y comieron perdices.
El narrador en las películas y series hoy en día va de la mano de un estigma negativo, como si fuera un recurso barato que usa un guionista vago para explicarnos el argumento. Pero la narración se ha usado a lo largo de la historia de formas muy creativas e innovadoras. No soy muy dado a la nostalgia, pero admito que sí hay un par de cosas del pasado que echo de menos: los narradores y la falta de blanqueamiento del fascismo en los programas televisivos matinales. Para la primera tengo una lista que reivindica la figura del narrador en nuestras pantallas; para la segunda, mira, mejor otro día.
Perdición (Billy Wilder, 1944)
«Sí, yo le maté. Le maté por dinero y por una mujer. Y ni conseguí el dinero, ni la mujer… estupendo, ¿eh?»

Fotograma de Perdición
Qué mejor manera de arrancar que con un clásico. Perdición es una de las películas que da inicio al cine negro, un género en el que abundan los secretos, la violencia, las traiciones, y cómo no, los narradores. En este caso el guion lo firman Billy Wilder y Raymond Chandler, autor de otra de esas novelas pulp que Hollywood convirtió en un imprescindible, El sueño eterno.
El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (Andrew Dominik, 2007)
«La temperatura parecía subir cuando él estaba presente, la lluvia caía más vertical, los relojes se ralentizaban, los sonidos se amplificaban…»

Fotograma de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford
De esta peli sería capaz de defender hasta su kilométrico y spoileador título, pero nos vamos a quedar con la elección de Andrew Dominik de un narrador sobrio, clásico y sin florituras, que encaja a la perfección con el estilo de película en el que está. El asesinato de Jesse James te adentra en la mente de uno de los personajes más célebres del folklore americano, y explora qué hay de leyenda dentro de la persona, o cuánto de persona queda en la leyenda.
Bienvenido, Mister Marshall (Luis García Berlanga, 1953)
«Y es que esta noche no es una noche más de Villar del Río. Esta noche es la víspera más importante de su historia, ¡mañana llegan los americanos!»

Fotograma de Bienvenido, Mister Marshall
Si en general cada vez se huye más de la figura del narrador, las producciones nacionales parece que le tengan alergia. Y es una pena, porque se pierden joyas como esta de Berlanga, y es una oportunidad para fardar de actores y actrices de doblaje como Fernando Rey, a quien los americanos recibieron con alegría en The French Connection (William Friedkin, 1971) y Campanadas a medianoche (Orson Welles, 1965), entre otras.
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Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
«Esa era mi profesión: ex policía, ex Blade Runner, ex asesino.»

Fotograma de Blade Runner
Es difícil poner a Blade Runner como un ejemplo malo de lo que sea, pero lo vamos a intentar. Los cinéfilos veteranos que fueron a verla al cine en 1982 sabrán que Deckard narra su propia historia al más puro estilo noir. Pero es un recurso que ni Harrison Ford ni Ridley Scott querían que formara parte de la película, así que el actor se aseguró de hacer sus grabaciones lo peor que supo para boicotear la idea.
Los odiosos ocho (Quentin Tarantino, 2015)
«Mientras el mayor Warren cautivaba a su público con relatos de pollas negras dentro de bocas blancas, alguien envenenó el café.»

Fotograma de Los odiosos ocho
Pasada la hora y media de peli aparece el narrador de Los odiosos ocho, y lo hace durante apenas un par de minutos. Cuando la mayoría de películas ya están acabando, esta nos introduce a una pequeña partida de Cluedo que jugarán un grupo de vaqueros que son, como su título indica, odiosos. Si la ves en versión original, será el propio Tarantino quien narre el whodunit.
Puro Vicio (Paul Thomas Anderson, 2014)
«Doc nunca supo qué vio Shasta en él. Aparte de ser el único porreta al que ella conocía que no se metía heroína, lo que les dejaba mucho tiempo libre.»

Fotograma de Puro Vicio
Volvemos a una historia detectivesca, creo que está quedando claro un patrón, ¿no? Si Boogie Nights era el homenaje de Paul Thomas Anderson al cine de Scorsese, y Pozos de ambición imitaba el descenso a la locura de El resplador de Kubrick, Puro Vicio es la versión andersonesca de El Gran Lebowski (Joel y Ethan Coen, 1998). Algo que nos gustaría que se imitara más a menudo de Puro Vicio es que es una de las pocas películas donde la narración tiene voz de mujer, en concreto la voz de la cantante Joanna Newsom.
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Jane the Virgin (Jennie Snyder Urman, 2014-2019)
«A sus escasos 10 años, entre las pasiones de Jane se contaban, sin ningún orden particular: su familia, Dios y los sándwiches de queso fundido.»

Fotograma de Jane the Virgin
Esta es para los fans de las sitcoms y de los culebrones de sobremesa a partes iguales. Es difícil encontrar una serie que se comprometa al uso del narrador, pero Jane de Virgin pone la voz en off al servicio de la comedia mientras consigue librarse de cargar a los diálogos con esa sobreexposición que tan a menudo nos saca de la historia. Es como ver una telenovela sentado al lado de alguien que se ha visto los 300 capítulos anteriores, y te explica con ingenio lo que va pasando en las enrevesadas vidas de sus protagonistas.