
Si hay un mes oficial de pasar tiempo en familia, es diciembre. Las vacaciones navideñas suelen ingeniárselas para reunir hasta a los más reticentes en torno a alguna ruidosa mesa bien provista de turrón y champán. Así que hoy en Milana queremos hablar de familias.
Desde Cuéntame hasta Shameless, pasando por Modern Family o A dos metros bajo tierra, las series de televisión han bebido de los tópicos sobre las familias, pero mucho más de sus particularidades, de esa forma única de entender y encarar el mundo que solo comparten quienes han aprendido juntos a navegar la vida. Cada familia es un universo con códigos y dinámicas propias e irrepetibles.
Aquí van algunas de las grandes familias que nos han acogido estos últimos años en las series de televisión. ¿Con cuál quieres pasar estas navidades?
This Is Us: la inseparable

This Is Us (Dan Fogelman, 2016-2022) ha viajado adelante y atrás en el tiempo para contarnos en detalle las vidas de Jack, Rebecca y sus tres hijos, convirtiéndose en todo un referente del drama familiar. Los Pearson son personas corrientes con conflictos con los que es muy fácil empatizar, pero todos ellos están marcados por el recuerdo —edulcorado— de su padre y por la forma en la que él les enseñó a mirar el mundo. La serie entera se construye sobre la firme creencia de Jack de que el amor y la familia lo pueden todo. Quizá por eso la familia Pearson funciona en ocasiones como un selecto club de tan difícil acceso para las parejas actuales de sus miembros. Pero esa luminosa idea es también la culpable de que, con mucha sensibilidad y algo de melodrama, This Is Us haya conseguido emocionarnos episodio sí, episodio también.
La maldición de Hill House: la de los traumitas

La maldición de Hill House (Mike Flanagan, 2018) es una de las mejores series de terror de la televisión, y también un desgarrador drama familiar. En el presente, la familia Crain está formada por Hugh, sus cinco hijos y sus fantasmas: tanto, literalmente, los fantasmas que convivieron con ellos en la mansión Hill House años atrás (y que Flanagan escondió aquí y allá en los planos de los flashbacks), como las secuelas de su traumática experiencia en la casa (suicidio de su madre incluido). La necesidad de escapar de esos oscuros recuerdos compartidos los lleva a romper lazos y levantar barreras entre sí, pero es ese mismo trauma —cristalizado en el trágico destino de Nell— lo que los define, los une y les obliga a enfrentarlo como la familia que, a su pesar, nunca dejarán de ser.
Succession: la de las puñaladas

Los Roy son lo menos parecido a una familia que encontraréis en esta lista, y lo más parecido a un grupo de ratas de alcantarilla que se degollarían entre sí si eso les diera un poquito más de poder. Como sucede con la familia real de The Crown, en Succession (Jesse Armstrong, 2018-) el apellido Roy designa un sistema, mucho más que una familia: si se protegen entre ellos, si se interesan unos por otros o se siguen reuniendo cada cumpleaños es única y exclusivamente por miedo a perder el imperio empresarial que les da estatus y riqueza a todos. Que es, a su vez, la misma razón que excusa todas las puñaladas que se reparten aquí y allá en cada celebración familiar.
Mira lo que has hecho: la novata

La de Berto Romero —”Alberto”, en casa— es una familia que aún está en pañales y, con su primer hijo recién nacido, tiene que aprender día a día a funcionar como tal. Y es, quizá, la más cercana de esta selección. Abraza cierto costumbrismo español a la vez que refleja la realidad de una pareja actual que compagina a duras penas las responsabilidades familiares con las laborales. Dentro de la comedia, Mira lo que has hecho (Berto Romero, 2018-2020) no edulcora las dificultades de formar una familia, de criar hijos, de construir un hogar, ni los problemas de pareja y los vaivenes emocionales derivados de ese salto de fe que es la paternidad. Y, aún así, es tierna y luminosa en su naturalidad.
Years and Years: la apocalíptica

La excelente miniserie creada por Russel T. Davies resume 15 años de la familia Lyons para presentar un futuro distópico tan cercano y probable que da auténtico pavor. Entre el caos generado por los bruscos cambios políticos, económicos, tecnológicos y sociales, la serie nos da también el privilegio de asistir en solo 6 episodios a la sólida evolución de las dinámicas, las opiniones, los gestos o el afecto de una familia. Las amplias elipsis no impiden ver con claridad cómo se relacionan el crecimiento del entorno con el del individuo y el del grupo. Y con los Lyons, que no dejan de vivir acontecimientos históricos, Years and Years (2019) extiende también un espejo ante sus espectadores: ¿qué haría nuestra familia ante la debacle del mundo?
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La casa del dragón: la de las mascotas

La Danza de Dragones es la historia de la destrucción de una familia a manos de sus propios integrantes. La temporada 1 de La casa del dragón (Condal y Martin, 2022-) adapta los primeros compases de esta tragedia, diseccionando cómo empiezan a fraguarse los resentimientos, la ambición, las desavenencias y la consecuente fragmentación de los Targaryen en dos peligrosos bandos armados con dragones. Lo único que se interpone entre ellos y su final son los deseos de un hombre enfermo, el rey Viserys, que solo quiere paz y fraternidad para su familia y para su reino, pero que es incapaz de hacerse respetar. Y él sabe que cuando los dragones vuelan a la guerra, todo arde.
Servant: la de los secretos

Tony Basgallop dibuja en Servant (2019-) otra familia marcada por un episodio grotesco, que intenta seguir adelante como si todo hubiera sido un mal sueño y acaba sumida en una espiral de mentiras y oscuridad. Los Turner y su enigmática niñera viven emparedados por los secretos. Quizá por eso los episodios se desarrollan casi en su totalidad dentro de su casa, que late a un ritmo distinto que el mundo real, en la que el silencio ensordece y el aire es más difícil de respirar. Allí, en el lugar que debería ser el refugio de toda familia, ellos encuentran la decadencia, pero terminan acomodándose en su putrefacción.
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Bruja Escarlata y Visión: la que aparenta más de lo que es

La de Wanda y Visión tiene color y estructura de vieja sitcom familiar porque esos son los referentes de la Bruja Escarlata y porque nada la describiría mejor. Es una de esas familias idílicas que solo pueden ser una ficción, pero que nos incitan desde la pantalla a aceptar el engaño para encontrar en ellas un refugio a los problemas de la vida real. En Bruja Escarlata y Visión (Jac Schaeffer, 2021), Wanda no se contenta con abstraerse con la televisión, como nosotros. Su tierna familia nace directamente del dolor, existe solo como el cuento de hadas al que huye una mente torturada por la pérdida y la desgracia.
Algunas las he visto y las volvería a ver, por ejemplo This is us y Years and Years.
Muy buenas recomendaciones. 🤗Gracias.