Existen las pelis cortas, las pelis largas, las pelis a las que tal vez les sobra media horita y luego están las pelis de tres horas. “Tres horas” no es una medida de tiempo, es un concepto. Una película tan larga acarrea consigo un cierto pedigrí, y son pocos los autores con el poder de crear una obra de tales dimensiones. Los siete samuráis (Akira Kurosawa, 1954) pasa de las tres horas, Lo que el viento se llevó (Victor Fleming, 1939) dura más de cuatro. Hay un motivo por el que tantas películas actuales sienten la necesidad de introducir relleno a sus tramas para alargar el metraje; una peli larga parece más épica, parece un evento.
Pero, a decir verdad, las películas evento y las obras imprescindibles generan a menudo más pereza que otra cosa. Entendemos que pueda provocar rechazo o incluso un poco de vértigo enfrentarse a esas historias que tanta gente dice que hay que ver sí o sí, sobre todo si van a robar tanto tiempo de tu vida. Así que aquí te dejamos una pequeña guía para afrontar, de una vez por todas, esa película que lleva meses en tu lista y no eres capaz de ver.
Busca una excusa para verla
Fotograma de Lawrence de Arabia
Se suponía que este artículo iba a hablar de Lawrence de Arabia (David Lean, 1962) por el 60 aniversario de su estreno. Esa fue mi excusa para ver una película de tres horas y 42 minutos. Tal vez a ti te atraiga por la belleza de sus planos, por su historia que habla de la Primera Guerra Mundial desde una perspectiva diferente o porque salen muchos camellos —animales adorables y muy simpáticos—. El caso es que si no encuentras un motivo para verla no la vas a ver nunca. Lawrence de Arabia, además, es el primer gran papel Omar Sharif, que roba cada escena en la que sale. El innegable carisma del actor egipcio me sirve ahora como excusa para ver Doctor Zhivago (David Lean, 1965), que solo dura tres horas y 17 minutos.
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Empieza poco a poco
Fotograma de Lawrence de Arabia
Ver una película de más de tres horas es una tarea en sí misma, y si la abordas sin la preparación adecuada lo más probable es que te duermas antes de llegar al final. El cine clásico a menudo tiene un ritmo al que las audiencias modernas no estamos acostumbradas, y Lawrence de Arabia es sin duda una película de su época. Cuenta con un actor británico como Alecc Guinness haciendo de príncipe hachemita y lo del test de Bechdel no es que no lo supere, es que ni se presenta al examen. Sin embargo, si te adentras en su narrativa lenta y su estructura convencional se te abrirán las puertas a todo un mundo de películas que transformaron la forma en la que se cuentan las historias hoy. Nuestro consejo es que empieces por títulos asequibles, y poco a poco te acerques a metrajes más largos. Cuando tu horario de sueño esté completamente destrozado, no te hará falta ni parar en el intermedio.
Elimina distracciones
Fotograma de Lawrence de Arabia
Sé que no quieres oírlo, pero tengo que decirlo. Deja el móvil. No importa lo buena que sea, que ese maldito rectángulo lleno de distracciones es capaz de cargarse cualquier historia. Una de las grandes virtudes del séptimo arte es la capacidad de trasladarte por unas horas a un momento y un lugar perdidos en el tiempo. Lawrence de Arabia es una película especial por eso mismo, no le sobra un plano ni le falta una línea de diálogo, y su larga duración se justifica con el poder de inmersión que tiene si como espectador se lo permites.
Recuerda que no es obligatorio verla
Fotograma de Lawrence de Arabia
A lo mejor suena contraproducente, pero este es el mejor consejo que te podemos dar. No la veas si no quieres y, sobre todo, no permitas que otros te digan qué debes hacer con tu tiempo libre. La oferta audiovisual hoy en día es casi infinita y a menudo inversamente proporcional a la cantidad de tiempo que podemos dedicarle. En este clima es fácil encontrar algo que parece hecho a medida para ti, pero es todavía más fácil sentir cierta ansiedad por no estar al día, por eso es importante recordar que el método más infalible para ver una película es querer verla.
Puedes ver Lawrence de Arabia en Filmin.
👏👏 La vi hace años y la vería otra vez.