
Estamos en plena Semana Santa, una de las festividades más importantes del cristianismo. ¿Y a quién no le va a gustar una Semana Santa? Te puedes hinchar a torrijas, las calles se llenan de arte con siglos de antigüedad, puedes gritar "¡Reina!" hasta quedarte afónico (como si fueses a un concierto de Dua Lipa) y puedes hacer que otros países se sientan violentamente confusos sobre España, racismo y caperuzas.
La festividad de la Pasión tiene una larga tradición en nuestro país, y su mitología ha inspirado infinidad de obras de arte a lo largo de la historia. ¿Ya has cogido tu rama de olivo y no tienes plan para el finde? Quédate a ver alguna de estas recomendaciones de películas para la Semana Santa.
1. La Pasión de Cristo (Mel Gibson, 2004)
El origen de la mitad de los traumas de cualquier niño de colegio religioso. Mel Gibson retrató de forma cruda, explícita y violenta los últimos días de Jesucristo y su agonía en la cruz. Producida del bolsillo del propio Gibson y rodada en latín, arameo y hebreo, la película no estuvo exenta de polémica pese a sus más de 20 premios cinematográficos.
2. Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1973)
Otra peculiar visión de la última semana de vida de Cristo, en el que Judas toma protagonismo para ahondar en la psicología de su maestro a ritmo de rock. Con un icónico inicio que marca las similitudes entre los apóstoles y el movimiento hippie, el musical fue un éxito rotundo pese al boicot de varios sectores religiosos.
3. La vida de Brian (Terry Jones, 1979)
Los Monty Phyton nos trajeron la versión más gamberra de la vida del mesías. Un joven llamado Brian nace en un establo de Belén el mismo día que Jesús, y durante toda su vida pasará desgracias y aventuras propiciadas por confusiones con la figura de Jesucristo. Una de las comedias mejor valoradas de la historia del cine, que se hace un huequecito en el corazón de todos los que la ven.
4. La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988)
Otra versión rodeada de controversia y polémica desmesuradas, como es normal cuando se toca el fanatismo. ¿Qué pasaría si Jesucristo no hubiese sido sacrificado en la cruz? ¿Un dios que camina entre mortales puede tener más dudas que fe? Una mirada al lado más humano de Cristo, que enfrenta en vida al hombre con su figura mitificada.
5. Mártires (Pascal Laugier, 2008)
Vale que igual no es la más ortodoxa, pero va con el tema. El terror que se hizo en Francia desde los 2000 nos dejó a todos con el culo torcido, y Mártires es uno de los mayores exponentes de ese “nuevo extremismo francés”. Una joven se topa con un grupo extremista de torturadores, que someten a sus víctimas a calvarios similares a los de santos y mártires con la esperanza de alcanzar un éxtasis que revele conocimientos del más allá. Una maravilla no apta para estómagos sensibles.
Ι Leer más: Horror y espiritualidad: lo siniestro en el terror religioso.
6. La Pasión de Juana de Arco (Carl Theodor Dreyer, 1928)
Reconocida como una obra maestra desde su estreno, el cine de terror le debe mucho de su historia a esta versión del procesamiento inquisitorial de Juana de Arco. Con influencias del expresionismo alemán, la película se vale de ángulos e iluminaciones grotescas, poética visual y unos famosísimos primeros planos para plasmar de forma magistral la mística del sufrimiento. Una mirada estremecedora que hoy en día sigue considerándose una de las mejores películas jamás rodadas.
7. Misión Imposible 2 (John Woo, 2000)
Si lo tuyo es la acción palomitera, seguramente disfrutes un rato. Ethan Hunt vuelve a las andadas, esta vez para detener a un exagente que amenaza con liberar un peligroso virus capaz de causar estragos a nivel mundial. La película cuenta con un inicio más que famoso en nuestro país, donde unas falleras abren una procesión de Semana Santa en Sevilla con varios costaleros vestidos de San Fermines, que cargan estatuas religiosas en llamas. La escena es como un guiri requemado que te dice “ole, ole, paella” antes de tirarse a hacer balconing, pero ya sabemos cómo son los yanquis. Venga, la peli es divertida.