
Cada vez es más difícil ver películas: nuestro cerebro ya no está configurado para mantener la atención en algo durante dos horas. Pero hay un lugar en el que estás atrapado, muchas veces sin cobertura y, además, rodeado del aura de romanticismo que da el estar en medio de ninguna parte. Hablamos de los trenes, claro.
Desde que los hermanos Lumière rodaron aquella llegada del tren a la estación de La Ciotat, los trenes han servido de inspiración para innumerables ficciones. Nosotros hemos elegido siete.
Así que si esta Semana Santa vas a hacer un viaje en tren, aquí tienes material para que veas cómo le fue a otra gente en sus trenes. Y si te quedas en casa (o viajas en algún otro medio de transporte menos divertido), ellas te permiten hacer un viaje de otra manera.
1. Antes del amanecer (Richard Linklater, 1995)

Fotograma de Antes del amanecer
¿Quién no ha fantaseado con que la guapísima persona que lee un libro en el asiento de enfrente te dirija la palabra y termine bajándose espontáneamente contigo en Viena y dediquéis todo el día y toda la noche a pasear por la ciudad y contaros vuestras vidas y al día siguiente tenga que irse en otro tren pero os despidáis citándoos un año después en ese mismo lugar? Linklater, al menos, lo hizo. Siempre es buen momento para volver a ver su trilogía de Antes del…, y no hay mejor lugar para empezarla que montado en un tren.
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2. Extraños en un tren (Modern Love, John Carney, 2021)

Fotograma de Modern Love
Y si Antes del amanecer hubiera ocurrido en 2020, tal vez se parecería al tercer episodio de la segunda temporada de la serie Modern Love, en el que Michael (interpretado por Kit Harington) y Paula (Lucy Boynton) tienen su meet cute particular en un tren irlandés.
Es mayo de 2020 y los dos vuelven a Dublín desde Galway para pasar el confinamiento. Conectan en ese viaje en tren pero, como Celine y Jesse, se dejan llevar por lo romántico del momento (los trenes, qué le vamos a hacer) y deciden no intercambiar números, sino quedar en la estación justo dos semanas después. No sé si lo recordaréis, pero eso era lo que iba a durar el confinamiento en un principio, también en Irlanda… El resto es historia.
Cada capítulo de la serie Modern Love está basado en una columna del New York Times en la que los lectores cuentan sus historias de amor reales. Esta se basa en una anécdota de Cecilia Pesao, que conoció a un chico en un tren de París a Barcelona, quedaron para verse en París y luego… Llegó la pandemia.
3. Breve encuentro (David Lean, 1945)

Fotograma de Breve encuentro
Los trenes son románticos y las estaciones también, lo que puede llegar a ser peligroso. En Breve encuentro, una mujer algo aburrida de su vida de ama de casa coge el tren una vez a la semana para ir de compras a la ciudad. En uno de esos viajes conoce a un hombre, también casado y con hijos. Comienzan a verse todas las semanas, y a tomar un café en la cafetería de la estación, esperando al último tren.
A veces el amor surge de una casualidad: una mota de polvo en el ojo y unos trenes que salen a la misma hora. Y la historia puede complicarse hasta poner patas arriba toda una vida…
Esta historia de amor imposible es un clásico entre los clásicos, y se lo ha ganado a pulso. Eso sí, una advertencia: hay que ir con el corazoncito preparado.
4. Ventajas de viajar en tren (Aritz Moreno, 2019)

Fotograma de Ventajas de viajar en tren
Cambiando totalmente de tercio, vayámonos a lo surrealista. Ventajas de viajar en tren arranca, como su nombre indica, en un tren: un psiquiatra comienza a contar una historia a una mujer que acaba de dejar a su novio en el hospital psiquiátrico. Hay narraciones que funcionan mejor en la intimidad que se genera en un tren.
Pero claro, dejamos el tren y nos vamos adentrando de una bizarrísima historia de muñecas rusas donde la narración se enrosca, juega y se superpone a sí misma. Una adaptación de una novela inadaptable, dijeron.
5. Asesinato en el Orient Express (Sidney Lumet, 1974)

Fotograma de Asesinato en el Orient Express
Volvemos a un clásico. La adaptación de Lumet de la novela de Agatha Christie está plagada de estrellas, entre ellas Albert Finney, Lauren Bacall o Ingrid Bergman. Asesinato en el Orient Express nos lleva a la época dorada de los trenes, donde viajar en tren todavía era glamuroso, los trayectos duraban días y aparecían cadáveres de millonarios estadounidenses tras una noche de tormenta de nieve.
El detective Hercules Poirot es el encargado de resolver este crimen y encontrar al culpable entre los ilustres pasajeros del Orient Express, que cuentan con coartadas razonables… Un misterio de los buenos.
6. Viaje a Darjeeling (Wes Anderson, 2007)

Fotograma de Viaje a Darjeeling
Un tren es también lo que une a tres hermanos que no se hablaban en Viaje a Darjeeling. Los hermanos estadounidenses interpretados por Owen Wilson, Adrien Brody y Jason Schwartzman se embarcan en un viaje por la India a bordo del Darjeeling Limited tras el fallecimiento de su padre. Ese tren es un espacio lo suficientemente asfixiante para ir sacando lo peor de los personajes. Un tren de estética muy pintoresca, por supuesto. Tratándose de Wes Anderson, no podía ser de otra manera.
7. Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959)
Terminemos con una fiesta. Las literas del tren que transporta a la banda de jazz de Con faldas y a lo loco parecen pequeñas, pero pueden albergar toda una celebración…
Este es nuestro recordatorio periódico para volver a ver esta película. Probablemente una comedia de enredos sea lo que necesitas esta noche. ¡Fiesta en la 7A!
«–¡Fiesta en la 7A!
–Llevaré queso y galletas.
-Yo voy por la coctelera, tú busca un sacacorchos».
Integrantes de la banda de Con faldas y a lo loco