
En los últimos años, la oferta de animación ha crecido enormemente. Un tipo de ficción que culturalmente siempre fue relegada a una “cosa de críos”, hoy cuenta con estilos e historias destinadas a niños, adolescentes y adultos.
Disney se proclama como reina de la animación por antonomasia (y de todo lo demás, si sigue engullendo Hollywood a este ritmo) y Casa Búho (Dana Terrace, 2020-) es la joya de la corona. Dana Terrace y su equipo, que también han tomado parte en grandes títulos como Gravity Falls (Alex Hirsch, 2012-2016) y Patoaventuras (2017-2021) han creado con Casa Búho una serie compleja, oscura, llena de comedia y hermosa con todas las letras. La serie ha acabado su segunda temporada y está a la espera de estrenar su cierre definitivo, así que si te encanta la animación o estás buscando una serie juvenil en un mar de contenido que nunca acaba, hoy te damos 3 razones de peso para ver Casa Búho.
Las Islas Hirvientes son lo que siempre soñaste (en pesadillas)

Fotograma de Casa Búho
El worldbuilding es un elemento de peso en la fantasía. Alejarse del realismo implica introducirse en otro mundo, y este debe tener su propia cosmología, geografía, cultura, religiones, lenguas, sistemas políticos e incluso leyes físicas. El worldbuilding es un ejercicio complejo y titánico, pero enriquece enormemente una historia y le otorga profundidad, además de establecer un entorno que condiciona a los personajes, sus decisiones, su filosofía y su evolución. Y Casa Búho llegó y decidió pasarse el juego.
A Luz Noceda le cuesta encajar en su Connecticut natal, y su madre la envía a un campamento correccional para intentar enderezarla un poco. Tras cruzar un portal mágico, Luz acaba pasando su verano en un lugar completamente distinto: Las Islas Hirvientes, un entorno bastante vacacional… para el Reino de los Demonios. Las islas no son más que el cadáver de un titán caído, un ser tan poderoso que la vida surgida de su descomposición está llena de magia. Todas las leyendas que conocemos provienen de fugas en ese mundo, aunque las brujas y los demonios son mucho más monos en persona.

Fotograma de Casa Búho
Luz se queda en las Islas Hirvientes para aprender magia bajo la tutoría de Eda, una bruja delincuente que carga con una maldición, y Rey, un pequeño demonio tan déspota como adorable. Poco a poco explora la isla y conoce un sistema mágico completamente represivo, una población dócil, aterrorizada y de actitud sectaria y un emperador maquiavélico. Acompañando a Luz en su viaje por este mundo, asistimos a una crítica mordaz hacia el adoctrinamiento religioso y la polarización de una sociedad, el estigma de las enfermedades crónicas, el abuso y la manipulación mental de individuos vulnerables, el bullying… convirtiendo la fantasía en un espejo.
Las influencias plásticas de artistas como El Bosco y su Jardín de las delicias son notables y crean un entorno digno de admirar durante horas. No me preguntéis por qué, pero a los críos les encanta una estética siniestra.
La representación importa (y es imborrable)

Fotograma de Casa Búho
El Reino de los Demonios tiene bastantes diferencias con nuestro mundo, y en algunas sale ganando: sus habitantes no conocen la homofobia ni la transfobia. En las Islas Hirvientes, Luz puede expresar su bisexualidad libremente sin miedo a sufrir violencia o reproche por ello, algo que no es tan fácil en la Tierra.
Rechazar la representación queer en la ficción es rechazar el mundo. La inclusión ha avanzado a pasos agigantados en nuestra generación, pero no de forma regular y nunca de forma definitiva. Compañías como Disney fingen un compromiso férreo con la diversidad en pantalla, pero siempre hay trampa. Se incluyen personajes secundarios LGBT+ y momentos puntuales de representación, momentos que nunca afectan al desarrollo de la trama y que se pueden cortar fácilmente para su emisión en países que aún niegan la realidad. Mientras tanto, el estudio de Mickey Mouse financia la proposición de leyes abiertamente homófobas en EEUU.

Fotograma de Casa Búho
Alex Hirsch, creador de Gravity Falls, aprovechó el décimo aniversario de la serie durante el mes del Orgullo para denunciar cómo Disney había obligado a quitar personajes y escenas LGBT+ de los guiones y los storyboards, además de un sinfín de censuras absurdas. Casa Búho se asegura de hacerlo imposible: la relación sáfica de la protagonista es uno de los elementos centrales de la trama, y cortarla en montaje haría la serie inviable y llena de lagunas. Lo mismo ocurre con la disidencia de género y la representación no binaria en personajes como Raine Whispers. Aunque Dana Terrace afirma que ha sido una lucha cuesta arriba, parece que esta vez Disney ha decidido hacer las cosas bien. Tristemente, es bastante probable que sea también un motivo de peso detrás de su prematura conclusión.
Los personajes crecen una barbaridad (y tú con ellos)

Fotograma de Casa Búho
Protagonistas y secundarios están dibujados en profundidad, llenos de aristas que la serie se toma su tiempo en explorar. Una caricatura con elementos de franquicia y tramas verticales debe contar con personajes estereotipados, de rol marcado y poco cambiantes. Si bien es el punto de partida de Casa Búho, los personajes no tardan en evolucionar e ir mostrando todas sus capas al espectador. Sus estereotipos se tratan como máscaras con las que se enfrentan a una realidad difícil, y Luz se convierte en el catalizador de su cambio.
Los personajes cambian como consecuencia de su relación con la protagonista, así como ella cambia y evoluciona gracias a sus relaciones. Se profundiza en ellos, en su entorno y en los motivos de su comportamiento y se cuestiona su posición. Luz ayuda a cerrar heridas emocionales, a encontrar potenciales ocultos tras una capa de inseguridad, a reconciliar lo irreconciliable y a redimir y sanar a quien parecía roto para siempre. La dimensión emocional de los personajes es profunda y compleja, y la horizontalidad que toma la serie está al servicio de su desarrollo.
Aún no hay fecha oficial para el estreno de los especiales que cierren la serie, pero se espera su regreso para el primer trimestre de 2023. Es una pena saber que algo bueno se acaba, pero eso no impide disfrutarlo. Las Islas Hirvientes siempre van a estar ahí, y es recomendable visitarlas más de una vez.
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¿Dónde puedes verla?
Puedes ver Casa Búho en Disney+.